Non me pidas silencio, senón palabras.
Hai un berro murcho na póla seca da miña gorxa,
que pula por estourar como pólvora quente doutros tempos,
...
An Alfaya
En este espacio de ombligos compungidos
y sentimientos rotos
se erigen las piedras de la descomposición,
símbolos de la venganza que nos precede
en este caminar por los segundos
de un reloj de cuerda.
Son paradas en la nada
que significan tanto
a pesar de la atonía
que manifiestan los que andan
entre los segundos que lastran su día a día
y la eternidad que ya no sienten.
Inédito
2 comentarios:
"... ombligos compungidos...". Me pareció genial todo el poema, pero esta metáfora, es antológica. Tienes sello propio y eso es evidente en esta forma tuya de decir las cosas. Vine casi por casualidad, pero ahora me alegro de haber venido. Un abrazo desde mi Isla virtual.
Muchas gracias por tus generosas palabras Pedro, rsulta agradable saber que lo que uno escribe le llega a alguien. Saludos
Publicar un comentario