16 de xuño de 2010

A Miguel Hernández

En este campo
estuvo el mar.
Alguna vez volverá.
Miguel Hernández

Se perdió la sombra
de los muros transparentes
                                               para siempre.

Las huellas
se perdieron de sus manos
y sus pies dejaron de marcar
esos pasos necesarios
en el resoluto tiempo de penumbra.

Apenas quedan yugos
que retengan en la memoria
la yunta con la que esculpías la tierra,
y aún puedo escuchar los llantos,
                                               los lamentos,
y palpar las heridas abiertas
(más abiertas que nunca)
que evidencian lo injusto
de su injusta muerte.

Pero me quedan sus renglones,
renglones de su sangre latente
que alientan la esperanza
de escucharle de nuevo,
de escuchar de nuevo
esas voces apagadas
pero jamás calladas.

Publicado en Voz Emérita

10 de xuño de 2010

Traspuesto

Esperó, como un árbol
su primavera, como
un corazón su amor.

José Hierro


Hoy estoy traspuesto
 
como esta primavera
 
de nubarrones incesantes,
 
y me descompongo plácidamente
 
como el brote florido
 
que tierno arranca el aire
 
para impregnar de color
 
las grises aceras de esta ciudad.
 
Hoy quisiera encontrarme
 
con la lene caricia del Sol
 
y sólo encuentro llanto.

Publicado en Voz Emérita

4 de xuño de 2010

Lazos



Los lazos a mis días

son el sueño prematuro

a un horizonte que no veo,

un horizonte diáfano

en esta jungla en la que habito

de sentimientos proscritos,

de sonrisas de hojalata.


Los lazos a mis días

son el sueño de encontrar lo que busco

en la sencillez que me rodea

y que soy incapaz de ver.


Publicada en Voz Emérita